Stiven Borda

Nací en la ciudad de Bogotá Colombia. A la edad de cuatro años fui llevado a vivir con mis abuelos en una escuela rural. Mi madre y algunos familiares me regalaban libros, los cuales me apasionaban porque tenían ilustraciones e historias acordes a mi edad. Luego de cursar cuarto grado regresé a mi ciudad natal para terminar mi primaria y realizar mi secundaria. En ese punto de mi vida los libros ya no me apasionaban tanto, pasaron de ser algo divertido a ser algo tedioso, pues los profesores nos daban libros para hacer trabajos que a mi parecer eran muy largos, aburridores y no me aportaban nada.

Sin embargo comencé a desarrollar un gusto por escribir. Para ese tiempo recuerdo que había locales y personas que escribían tarjetas personalizadas con un mensaje para todo tipo de ocasión, lo cual me agradaba y sentía que ese era un gran talento, era un don el cual me gustaría tener, el poder dedicar palabras de toda clase a las personas que amaba y que causaran un gran impacto, pero sentía que debía hacerlo de forma original y no copiando estilos de otras personas. Por otro lado ese gusto lo dejé de lado por muchos años. Ingresé a la universidad y elegí una carrera administrativa lo cual me ayudó a desarrollar un talento por la redacción y la estructuración de textos. Al tiempo que hacía mi carrera tuve la oportunidad de trabajar en una entidad del distrito, allí me vi rodeado de muchos abogados, los cuales tienen un gran talento para redactar e interpretar y exponer de forma argumentativa. En ese lugar conocí a dos personas que se convertirían en mis mejores amigas. .

Ellas tuvieron un taller donde podían crear una historia libre, lo cual me llamó la atención y decidí hacer mi propia historia por mi cuenta para probar mi talento o mi decepción. Al terminar la historia, les presenté aquel texto, ilusionado de recibir buenas críticas de su parte, y aunque la historia les gustó mucho, me expresaron que debía mejorar en ciertos aspectos a la hora de redactar y además algunas cosas gramaticales. A partir de ese día me propuse dedicarme a escribir como hobbies, pequeños textos y algunas frases, que a mi sorpresa fueron llamando la atención de las personas que tenían la oportunidad de leerlas, fue eso mismo que me dio certeza que tenía un don que podía desarrollar y convertirlo en algo positivo para otros. .

Finalicé mi carrera como Administrador en Calidad, la cual me hacía feliz durante mi estadía en la facultad, sin embargo, poco a poco fui perdiendo ese cariño por mi profesión, pero creció la idea de convertirme en escritor. Llegó la pandemia y nos cambió la vida a todos, pero ese tiempo fue enriquecedor para mí, pues me dediqué a escribir más y más y surgieron muchos pensamientos e ideas de las cuales podía escribir. Al finalizar la pandemia volvimos a las calles y aunque escribir me apasionaba lo volví a dejar por más de un año y medio, hasta que decidí retornar a ese amor. .

Después de muchos ires y venires y por petición de muchas personas retomé la escritura y decidí que debía publicar mi libro. Se trataba de un sueño, de dejar algo para otros, con base en mis experiencias y vivencias que pude notar en otras personas, algo para el mundo en caso de que mi existencia se agote en algún momento y aunque tarde, lo logré y publiqué mis dos primeros libros de mis escritos, lo cual me llena de orgullo.

Stiven es un hombre que aún cree en el amor, amores a la antigua, pero también es amante de el deseo, pasión y lujuria que despierta ese ser maravilloso como la mujer y es gracias a ellas que escribo, pues toda la inspiración proviene de ese ser mágico.